¿Qué es Design Thinking?
Design Thinking es una metodología de innovación que permite comprender a profundidad las necesidades reales de las personas y diseñar soluciones viables, deseables y factibles.
Se basa en un proceso iterativo que busca generar ideas, prototiparlas y validarlas rápidamente, con un enfoque profundamente humano y colaborativo.
Las 5 fases del Design Thinking
1. Empatizar
Comprender al usuario: sus emociones, motivaciones, frustraciones y comportamientos. Se trata de escuchar activamente y observar sin prejuicios.
2. Definir
Sintetizar los hallazgos y reformular el problema desde la perspectiva del usuario. Esta fase permite enfocar el reto con claridad.
3. Idear
Generar el mayor número posible de ideas. Aquí se promueve el pensamiento creativo y colaborativo. No hay ideas malas en esta etapa.
4. Prototipar
Transformar las ideas en representaciones visuales, objetos o experiencias tangibles que se puedan mostrar y explorar.
5. Testear
Probar los prototipos con usuarios reales, aprender de su feedback, iterar y refinar la solución hasta alcanzar un resultado valioso y funcional.
¿Por qué aplicar Design Thinking?
✅ Es centrado en las personas: coloca al usuario en el centro del proceso.
✅ Reduce riesgos: permite validar antes de invertir grandes recursos.
✅ Fomenta la creatividad y la colaboración en los equipos.
✅ Aumenta la innovación y la adaptación en entornos cambiantes.
¿Dónde se aplica?
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Nuevos productos y servicios
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Rediseño de experiencias de cliente
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Proyectos sociales y de impacto
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Transformación digital
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Educación, salud, políticas públicas
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Innovación organizacional
Ejemplos reales
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Airbnb: rediseñó su experiencia digital tras comprender profundamente las frustraciones de sus usuarios.
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Banco Santander: utilizó Design Thinking para mejorar su atención al cliente en sucursales físicas.
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Gobiernos locales: han aplicado esta metodología para co-crear servicios públicos con la ciudadanía.